En el Día Internacional del Teatro, una organización (y todas las personas que la forman) tiene un doble motivo de celebración: Las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería, que este año alcanzan su XXX edición, han recibido el Premio Max de la Crítica 2013.
El jurado, compuesto por periodistas especializados en artes escénicas, destaca por unanimidad, la labor de recuperación y actualización del Teatro Clásico Español que ha definido la trayectoria de las jornadas. El próximo 13 de mayo, en la ceremonia de entrega, recogerán el galardón su fundador e impulsor durante 27 años, Antonio Serrano, y Ascensión Rodríguez Bascuñana, actual directora. Bascuña reconocía nada más conocer la noticia que “este premio supone la felicidad absoluta y nos abre las puertas a muchos años más de vida”
Especialmente contento se muestra Antonio Serrano, con el que hemos hablado y que nos ha transmitido la alegría de quien ve reconocido un trabajo que, en su caso, se prolongó durante nada menos que 27 años, desde la creación del festival hasta hace 3 años, cuando abandonó la organización. “Empezamos a organizar las jornadas entre dos o tres personas con la intención de que los estudiantes de secundaria conocieran y supieran apreciar el teatro clásico, no solo a través de las lecturas, sino de la puesta en escena”, explica. El festival surgió hace tres décadas en la antigua Universidad Laboral y actual Instituto Sol Portocarrero de Almería, donde Antonio Serrano era profesor.
“Tal como nació, el formato del festival tiene una identidad única, singular. Se trataba de juntar a los profesionales de la educación y a la gente del teatro. Había un ciclo para profesores de Lengua y Literatura en el que se mostraba cómo impartir mejor la enseñanza de los clásicos, otro ciclo de hispanistas especializados en el teatro clásico español, un homenaje a personajes destacados, tanto en el estudio académico de los clásicos como en la representación...”, explica Serrano.
Este encuentro entre los artistas (dramaturgos, directores, intérpretes...) y los profesionales de la educación –”había un clima de entendimiento y trabajo conjunto muy fructífero”, según relata Serrano– es lo que conforma el especial carisma de este festival.
Los primeros años las compañías comenzaron a acudir a esta cita. Al principio en escaso número, pero, poco a poco, el interés creció. Las representaciones, unidas a la faceta pedagógica, educativa e investigadora de la iniciativa, supusieron el germen de las actuales Jornadas.
Serrano aprovecha la ocasión para recordar la contribución de José Guirao, entonces Delegado de Cultura de la Diputación de Almería (hoy director de La Casa Encendida): “Fue una persona clave para que las Jornadas adquirieran la dimensión que ahora tienen”. “Confío -añade Serrano- que este reconocimiento sirva también para que las instituciones que han ido aminorando su apoyo al festival decidan de nuevo darle el máximo soporte: al fin y al cabo, es el único certamen de estas características que tenemos en toda Andalucía”.
Las aportaciones del festival
Entre sus principales aportaciones al ámbito de las Artes Escénicas se halla la recuperación de los dramaturgos andaluces, gracias a la colaboración del Seminario de Investigación de Clásicos Andaluces, organizado desde la Universidad de Sevilla y el Centro Andaluz de Teatro (CAT).
Entre los textos rescatados más reconocidos figuran obras como “Las gracias mohosas”, de Feliciana Enríquez de Guzmán, primera escritora teatral del Siglo de Oro además de importante potisa; “El invisible príncipe del baúl”, de Álvaro Cubillo de Aragón, autor granadino, discípulo de Pedro Calderón de la Barca; o 'Coplas de buen amor', del Arcipreste de Hita.
A lo largo de estos años, han pasado por las Jornadas de Almería la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con “El alcalde de Zalamea”, de Calderón de la Barca, bajo dirección de Eduardo Vasco; Julia y Emilio Gutiérrez Caba, en un merecido homenaje a la familia de actores, como inauguración de la edición de 2010; Rafael Álvarez 'El Brujo con “Las mujeres de Shakespeare” (VV.AA.); Atalaya, con “Celestina. La tragicomedia”, y 'Ricardo III', en adaptaciones de Ricardo Iniesta.
Entre las figuras que han acudido destacan, asimismo, Denis Rafter, en su “Interpretando a Shakespeare” (VV.AA.); Mario Gas, homenajeado en las XVIII Jornadas; Axioma Teatro, con “Los negros”, de Simón Aguado, y adaptación de Carlos Góngora; Roberto Quintana, con “Mágicos y prodigiosos” (VV.AA.); Teatro del Velador, con “El invisible príncipe del baúl”, de Cubillo de Aragón, bajo dirección de Juan Dolores Caballero; Arden Producciones con “El idiota en Versalles”, de Molière y “Teatro di Commedia”, con Diamanti, entre otros muchos.
Más información en la web oficial de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería