Argumento
Un hombre se entrega a la tarea de dibujar el mundo. A medida que pasan los años, llena el espacio con imágenes de provincias, reinos, montañas, bahías, barcos, peces, habitaciones, instrumentos, estrellas, caballos y personas. Justo antes de morir, descubre que su paciente laberinto de líneas es una huella de su propio rostro.
Jorge Luis Borges, 1960
Otros rostros, otros rastros, es una propuesta coreográfica de la Cía. Daniel Abreu, para tres intérpretes y un objeto, sobre lo que nos sorprende, lo que mantiene nuestra atención y nos hace movernos.
Mis trabajos están llenos de acciónes cotidianas, de gente que se viste y se desviste, de caricias, de caminadas, de gestos interrumpidos, de palabras, de agresión, de espera...
Las relaciones en la obra son más que el diálogo entre dos personas, son cuadros que creamos o disponemos para dar significado a todo aquello que nos rodea. Seguramente las situaciones se ven modificadas por los puntos de visa, así, según como miremos los acontecimientos, así serán.
En este espacio de acción, las figuras se presentan en el mundo salvaje, la figura onmipresente de la bestia, hará que los cuerpos viajen en el tiempo, distorsionando el espacio y con la amenaza siempre presente.
El maquillaje, los gestos, los tics del rostro y del cuerpo son acomodaciones cuya esencia es la satisfacción. Siendo estos una representación del pensamiento, de la idea de lo que es el mundo o de lo que ese mundo debería ser.
El arte escénico habla de vida, y en esa vida el cuerpo y los elementos que le acompañan se mueven, van hacia un sitio. Ahí está la historia y así la entendemos.