En este espectáculo se investiga sobre cómo ser “excavadores” de uno mismo y cómo indagar en la memoria corporal del propio cuerpo y del movimiento primigenio. La memoria es una cualidad propia del material: las piedras, los árboles, la carne, las paredes, la piel... Por tanto, la materia es memoria.
Investigaremos el cuerpo como un espiral de vida y los fósiles como transmisores del pasado y de nuestra historia, excavando en la memoria de la propia carne y del propio pensamiento. Trabajaremos sobre conceptos como “ser fósil”, “los efectos de la historia en nuestro cuerpo”, “el envejecimiento”, el cuerpo como “mapa histórico de la nuestra vida y de las generaciones pasadas, asimilando el movimiento del pasado para moverse hacia el futuro”…