ACTUALIDAD

La Red

Daniel Veronese vuelve a indagar en la poética de Anton Chéjov en Espía a una mujer que se mata.

09 julio 2008
El espectáculo, recomendado por La Red, visitara el Teatre Lliure durante el próximo mes de Octubre.
Daniel Veronese vuelve a indagar en la poética de Anton Chéjov en Espía a una mujer que se mata.

El espacio, un ángulo mugriento y sin escapatoria, es el mismo de Mijeres soñaron caballos, de hecho, empieza como su última escena: un hombre maduro, una muchacha y una pistola entre ambos, sólo que aquí son Serebriakov y su hija Sonia. No discuten de fincas y ausencias sino de teatro, sus vicios, sus modas banales, sus poéticas olvidadas. Serebriakov es un investigador escénico, un Treplev envejecido, vendido, pero con relámpagos de su antiguo genio: las amarguras pomposas alternan con las grandes verdades. Sonia es una loca de amor, y todas se burlan de su romanticismo adolescente y enfermizo. Vania es un narciso fracasado, siempre al borde de su romanticismo adolescente y enfermizo. Vania es una narciso fracasado, siempre al borde de la denotación pero con el arma escasquillada, resentido hasta la médula contra Serebriakov, al que culpa de lo que no pudo o no se atrevió a ser. Astrov es un idealista convertido en falso cínico. Los dos beben hectólitros de vodka, recitan frases en las que ya no creen “ La vida es la lucha por la liberación de la belleza” y juegan a interpretar una obra de Ostrovski que resulta ser las Criadas: son esclavos de una dama letal y dominante, llámese Señorita Tiempo, Madame la Mort o simplemente Elena, Elena Andreievna, la criatura más inteligente, seductora, manipuladora y cobarde de la función.

Interpretado por: Osmar Nuñez, María Figueras, Marcelo Subiotto, Fernando LLosa, Silvina Sabater, Marta Lubos, Mara Bestelli.

Autor dirección y escenografía de Daniel Veronese

Espai LLiure: del 1 al 26 de octubre.

Información relacionada

Compartir