Presentamos el primer musical de la historia. El gran público tenía casi olvidado que el teatro del Siglo de Oro español se sostenía, en gran medida, sobre el baile y la música; aquellas “fiestas cantadas” fueron una innovación española, origen del musical actual; en ellas se mezclaban los ritmos del Viejo y del Nuevo Mundo. Las zarabandas, chaconas, jácaras, seguidillas, folías... constituyen un repertorio popular único, para el que escribieron desde Calderón a Cervantes, y que nuestros jóvenes intérpretes reviven. En el Madrid “alucinado y alucinante” (Ortega) de 1636, vemos bailar a las mozas de Vallecas; pasearse a los lindos y galanes por el Pradillo de San Jerónimo; bailar a las ilustres “fregonas”; o La Locura, salida de los viejos cuadros de El Bosco.