Presentación
Con la idea de que el mundo puede cambiar si lo imaginamos de otra manera, Pablo Guerrero nos habla del planeta de una casa. Una casa a donde acuden traviesas cigüeñas, agujeros negros que absorben nuestros males, granados que crecen en medio del salón, ríos que nacen y pasan, gatos por cuyas miradas atraviesan barcos de carga, rosas de arena que nos traen noticias de realidades intuidas, papeles que no sabemos qué hacer con ellos, y un largo etcétera.