Se hace difícil vivir aquí, en la ciudad de Akaki, sin un buen anorak en invierno. Akaki tenía uno... bueno, tenía uno que era una maravilla. Un anorak de primera, pero con el tiempo se fue volviendo viejo y desgastado. Akaki necesita uno nuevo, pero no sabe si puede permitírselo. Un anorak nuevo cuesta mucho dinero, y tiene muchas cosas pendientes de pagar... ¡y eso que trabaja! En su trabajo se entrega completamente, hace todo lo que puede, intenta no causar problemas, pero aún así no llega. ¡A pesar de trabajar, no le alcanza el bolsillo! Y así es como empieza el periplo de Akaki para conseguir dinero. Dinero que, a su vez, dedicará a comprarse un anorak que le permita pasar el invierno con tranquilidad.