Tres cerdas es la deriva perversa de un cuento infantil, una visión ácida sobre la
desconexión entre la alegría del consumo inconsciente y la brutalidad de los procesos de producción.
He aquí una vez tres obreras perdidas... Tres cerdas es un diálogo imposible entre tres cerdas y el matadero que tiene que acabar con sus vidas. Un espejo titilante entre la realidad de la industria cárnica (la voz narradora de un matadero real) y la moral protocapitalista del cuento infantil (la historia meritocrática de Los tres cochinillos). Porque, muy mirado, si matas un perro se acaba el mundo; pero si matas veintitrés millones de cerdos, haces crecer la economía del país.