"El Umbral" es una invitación a cruzar esa línea invisible que separa la rutina de la libertad lúdica. En nuestra sociedad, crecer suele equivaler a encajar: seguir estructuras, cumplir expectativas, mantener el equilibrio sobre una cuerda tensa que representa el éxito adulto. Pero el niño que aún habita en nosotros no camina por la cuerda: salta, se cae, juega, explora. La danza, como el país de las maravillas, es ese territoriodonde todo puede ser diferente. "El Umbral" se convierte así en una puerta mágica, un portal como los que encontró Alicia, que nos permite recuperar la capacidad de asombro, de imaginar sin límites, de habitar la vida sin que el molde del éxito nos determine.
Atravesar esa puerta no es escapar, es recordar. Recordar
que fuimos niños y que podemos seguir siéndolo