Un monólogo tragicómico y autobiográfico que desnuda la realidad de ser artista en un mundo que apenas deja espacio para la precariedad. Con una mezcla explosiva de humor ácido, danza y crítica social, Irene García nos sumerge en su viaje como bailarina de 40 años que ha dedicado su vida al arte, sorteando obstáculos con ironía y resistencia. Una pieza híbrida que combina danza, monólogo y crítica social, donde la autora interpreta su propia experiencia como artista precaria. Con una mirada honesta e irreverente, invita al espectador a reír y reflexionar sobre el mundo laboral artístico, el feminismo y la supervivencia.