DE VOZ, UN CUERPO es una pieza escénica que nace del deseo de hablar desde el cuerpo que baila. Parte de una investigación con bailaoras de flamenco retiradas, cuyas voces, recuerdos y saberes componen una constelación compartida. En escena, bailo sola, acompañada de sus palabras, de retales, gestos, plegarias, silencios y cicatrices. Esta obra entrelaza lo coreográfico con lo documental, lo íntimo con lo colectivo, reflexionando sobre el flamenco como lenguaje interno, como herramienta para habitar el mundo. Es un diario escénico que transforma meditaciones y notaciones personales en materia viva.