En un mundo frenético e individualista, Intrusa narra la historia de una niña que halla en la música una vía de escape y transformación. Los sonidos embaucadores despiertan en ella emociones desconocidas que marcan el inicio de una búsqueda profunda de identidad. A lo largo de su vida, esa reacción visceral la empuja a expresarse a través del lenguaje corporal, reflejo de su alma. En continua tensión entre lo real y lo ideal, entre el deber y el deseo, se enfrenta a su lado oscuro en un viaje hacia el equilibrio. La obra plantea una cuestión clave: ¿la realización de nuestros deseos conduce a la felicidad o es solo una forma de huida?