AHOA significa (la) boca en euskera y también quedarse sin habla.
AHOA y su relación con el dolor, con la risa y con la percepción del mundo. Experiencias que transitan de lo privado a lo público y de lo personal a lo colectivo
AHOA va de amor. Nos lo dijo Andrés Waksman en su laboratorio de solos: todos los trabajos los hacemos para que nos quieran.
AHOA va de amor. Es una reflexión que va desde adentro de la cavidad bucal [donde masticamos, chupamos o hablamos si nos dejan] al afuera. Ahí fuera está el heteropatriarcado imponiendo desde antiguo el silencio a las mujeres y a la otredad. El silencio no es una opción.
Lo que ha sido escuchado son “islas bien situadas”, frente a un “vasto mar” de lo inaudito. Rebecca Solnit