Transmutar para ser es el viaje que discurre en tres etapas.
De ser simples cuerpos ejecutores, resultado de la inseguridad provocada por las ataduras que nosotras y nuestro entorno nos pone, conseguimos salir de esta burbuja de imposiciones. Logramos descubrirnos en nosotras mismas mediante el intercambio con el otro y el mutuo apoyo. Este proceso introspectivo tiene como resultado una liberación de nuestro ser más interno, en la que se deja paso a la posibilidad de exteriorizar la emoción, a permitirse tirar del hilo interno sacando lo más profundo, a aceptar sentir miedo y llevarlo contigo, y a ser dueña de tu ser y tu danza.
Tras haber vivido este proceso, ¿se volverá a repetir? Mientras disfrutemos de este efímero momento de libertad.