En un bosque encantado donde las leyes del mundo real se disuelven, los personajes de Shakespeare: Titania, Oberón, Puck, los amantes perdidos, son reimaginados como arquetipos atemporales atrapados en una espiral de deseo, identidad y transformación. En esta versión contemporánea, el bosque se convierte en un espacio mental y simbólico: un reflejo del subconsciente donde se confrontan los impulsos humanos más profundos.
A través de escenas entrelazadas sin narrativa lineal, los cuerpos danzantes emergen como fuerzas naturales, atrapadas entre el orden racional y el caos de la pasión. El tiempo se dilata, la identidad se fractura, y los vínculos entre los personajes evolucionan como sueños que se desvanecen al despertar.