(...) Esta Nana para Emmy Hennings es una pieza de interrogaciones, de palabras mudas que hablan. No se asevera nada, no se representa, simplemente se bucea en un mundo en el que los muertos no están muertos. La inteligencia corporal de Luz Arcas se manifiesta ahí. No habla. No dice nada. Sencillamente hace. Todo presencia. (...) - PEDRO G. ROMERO
(...) Es la propia mesa la que, al golpear el suelo del escenario, asume el taconeo o el zapateo, mientras que la bailaora permanece con los pies desnudos y hace otra cosa completamente distinta. A veces el compás pasa, como un soplo de viento, y entonces desaparece. (…) – GEORGES DIDI-HUBERMAN