No es el lugar desconocido al que pertenecemos.
No es la imagen de una hoguera ardiendo.
Una hoguera donde quemamos todo lo que pertenece a lo establecido.
No es una alternativa que nos empuja a lo oculto.
Somos madera calcinada.
Somos los restos de otros.
Somos polvo.
Después de negar, buscamos en la noche de la vida todas las preguntas que nos mantendrán despiertos.
La negacio?n nos ayuda a avanzar y nos invita a colocarnos en el lado opuesto.
La negacio?n clausura, amordaza, silencia [...] pero en cambio
potencia lo simbo?lico, potencia la intuicio?n. Potencia lo desconocido.
La negación nos permite encontrar el oxígeno que el fuego consume y alimenta la creacio?n.
Porque el arte es uno de los lugares por excelencia que existe gracias a la negacio?n del mundo "real".