Lîla escenifica el conflicto que particularmente nos genera querer pertenecer a un sistema determinante sin abandonar nuestra esencia.
Esta pieza se trata de la representación autobiográfica que ha supuesto para nosotras el infinito camino que supone Auto(re)conocerse.
Venimos al mundo como seres humanos con solo un objetivo
trascendental: encontrarnos.
Conocer nuestra infinitud e inmensidad como seres humanos es
indispensable para nosotras. Nos damos cuenta, dentro de los ciclos y las etapas de una vida, de todas las maneras en las que tratamos de encontrarnos. Entender quién somos en totalidad, es el mayor anhelo que vivimos en el arte y por lo tanto, también en la vida.