Emilia, de ochenta y cinco años, vive interna en el centro geriátrico Longue vie desde que comenzó a perder la memoria, pero ella, que nunca fue de rendirse, tiene un plan secreto para recuperarla. Tiene 24 horas para conseguirlo. "Adelante", piensa, "nada puede salir mal".
Brisa, con veintiuno, vive “presa” en un lugar que no le pertenece porque, un día, decidió dejar de comer. Su vida se ha cruzado con la de Emilia, que no se parece a ninguna otra abuela y la persigue para ayudarla a encontrar el hambre. A Brisa le sobra tiempo pero conoce el secreto de Emilia y ha decidido convertirse en su aliada porque “tal vez”, piensa, “esta vez alguien se digne a escuchar”.
Con un secreto, una abuela hacker, una alianza entre extremos y tanta esperanza ¿quién se resiste a intentarlo una vez más?