La nueva creación de Lo Siento Mucho explora una escena que se aleja de la gravedad, incorporando una escenografia que delimita un espacio donde el tiempo se expande. El paisaje que edifican los cuerpos se ofrece para provocar la contemplación. La piel se encuentra a través del gesto en una necesidad casi instintiva de acercarse más a la otra, en un lugar que nos aleja tanto que inevitablemente nos acerca. Mientras todo acontece a nuestro al alrededor, el cielo sigue intacto y es en el intento de sostener esa distancia cuando irremediablemente se cuela el amor.