Impressing the Czar marcó un hito en la carrera de Forsythe y en el ballet del siglo XX.
Cuando el coreógrafo norteamericano William Forsythe presentó por primera vez este montaje en 1988 con el Ballet Frankfurt, demostró que las claves del ballet clásico, cuando se combinan con imaginación e ingenio, pueden dar como fruto un espectáculo de danza enormemente imaginativo, humorístico y contagioso.
La obra analiza la historia de la danza en todas sus vertientes. Los bailarines combinan movimientos clásicos con danzas tribales, el atractivo del baile disco con caderas ondulantes. Lo que resulta extraordinario es que todos estos elementos se combinan para conformar algo nuevo en un cuerpo o en una escena y el espectador se ve constantemente sorprendido y en tensión. El resultado es una coreografía prodigiosa.
El espacio escénico de referencia en Villena obtiene la Llàntia (lámpara) de Honor coincidiendo con su centenario.
Contempla 146 medidas con las que llevar a la cultura al medio rural, al sistema educativo o a las cárceles y acabar con la desigualdad de renta, género o localización al acceder a la cultura.
La gala de entrega se celebró ayer en el Teatro Gayarre de Pamplona, espacio asociado a La Red.