Una de las voces que más fuerte pisan en la nueva dramaturgia catalana, Lluïsa Cunillé, se esconde detrás de ‘Après moi, le déluge’, traducida como ‘Después de mí, el diluvio’. La nueva coproducción del Teatre Lliure de Barcelona y el Centro Dramático Nacional, firmada por Cunillé, se estrena en Madrid el 29 de mayo. El CDN ha reservado la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán para que sea puesta en escena hasta el 6 de julio a un ritmo de seis funciones semanales.
La sombra de Joseph Conrad y ‘El corazón de las tinieblas’ cubre por entero el montaje que se ha encargado de dirigir Carlota Subirós. La referencia al escritor inglés y su obra no es casual. La trama de ‘Après moi, le déluge’ se desarrolla en Kinshasa, la golpeada capital de Zaire, una ciudad sumida en el caos desde hace décadas, el símbolo de un país devastado por la corrupción política y el reflejo de las dos caras de la realidad africana. Un contraste que se evidencia si se ponen de frente la situación económica y social del país y su inmenso potencial en el área de los recursos naturales, mal explotado por las clases dominantes.
En ese contexto se encuentran los dos protagonistas de la obra, escrita por Cunillé, dramaturga residente del Teatre Lliure, por encargo. Jordi Dauder interpreta a un hombre de negocios que trabaja en una compañía surafricana dedicada a la extracción y explotación de coltan. Vicky Peña será la traductora que deberá servirle de intermediario con la persona con la que ha de contactar. La historia y la realidad social circundante se introducirán en el discurrir de ambos personajes, que establecerán una conversación que irá sacando a relucir la miseria que les rodea.
La autora se ha documentado exhaustivamente para moldear un drama que cautivó el tiempo que estuvo expuesto en Barcelona. La agitada historia contemporánea de Zaire, desde la sangrienta colonización belga hasta los tiránicos mandatos de Mobutu y Kabila, le sirvió de base para impulsar un relato de contrastes que pone cara a cara al denominado primer mundo con el tercero.
El punto de partida que iluminó ‘Après moi, le déluge’ fue una noticia leída en un periódico que daba cuenta del informe anual de la FAO (Organización del Alimento y la Agricultura de la ONU) sobre los índices de mortalidad infantil relacionados con la alimentación. Una más de las realidades del continente africano, tantas veces ignoradas, que se esconde en el corazón de esta representación, cuyo texto ha sido calificado por la directora como “un ejercicio de pudor y exigencia”.
Lucha de almas
La soledad, el silencio y el cinismo son otras de las cuestiones que aborda Cunillé, tratadas desde el punto de vista de los dos protagonistas, occidentales que se cruzan en un mundo que no sienten como suyo. “Cunillé no nos ofrece un documento sociológico ni una denuncia bienintencionada, sino una lucha de almas”, sentencia Subirós, joven directora escénica ya con una larga experiencia a sus espaldas. En la tarea de levantar un montaje sobre el que, además de la alargada sombra de Conrad, planean citas de otros autores como Rilke, se ha valido de la colaboración de Max Glaenzel y Estel Cristià en el diseño de la escenografía, Mingo Albir en la iluminación, M. Rafa Serra en el vestuario e Ignasi Ruiz en el maquillaje. La experiencia de Jordi Dauder y Vicky Peña pone el colofón a un montaje fijado sobre el libreto firmado por una dramaturga al alza.
‘Après moi, le déluge’ se representará del 29 de mayo al 6 de julio de 2008 en el Teatro Valle-Inclán (Plaza de Lavapiés, s/n) de Madrid, en horario de martes a sábado a las 19.00 y los domingos a las 18.00 horas.