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Muere Ricard Salvat, baluarte del teatro catalán contemporáneo

25 marzo 2009
Ensayista, pedagogo, investigador, director de teatro y dramaturgo, Salvat produjo más de 350 espectáculos a lo largo de su trayectoria
Muere Ricard Salvat, baluarte del teatro catalán contemporáneo

Estuvo a pie de escenario hasta el último momento. Ricard Salvat preparaba la reedición de su novela de juventud ‘Animals destructors de lleis’ (Ed. Meteora), que iba a presentar en la SGAE el 1 de abril, una obra prohibida por la censura en su tiempo en la que abordaba el problema de la emigración. Un derrame cerebral acabó ayer a los 74 años de edad con la vida de una de las figuras claves del resurgir del teatro contemporáneo catalán.

 

Ensayista, pedagogo, investigador, director de teatro y dramaturgo, Salvat produjo más de 350 espectáculos a lo largo de su trayectoria, recibió galardones como el Premio Nacional de Cultura de Teatro de la Generalitat (1999), la Cruz de Sant Jordi (1996) y la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona (2003) y fue uno de los impulsores de la renovación del teatro español de posguerra.

 

Ricard Salvat nació en Tortosa (Tarragona) en 1934. Desde muy joven se sintió implicado en diferentes movimientos teatrales renovadores. Tras conseguir una beca de estudios, se formó en Alemania y ya en 1953 fundó en la universidad la Agrupación Teatro Experimental. En 1957 creó junto a Miquel Porter Moix el grupo Teatre Viu, que posteriormente se integraría en la Agrupación Dramática de Barcelona. Más adelante, en 1960, pasó a formar parte de la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual, que dirigiría hasta 1975. Este centro educó a toda una generación de artistas, entre los que destacan los nombres de Albert Boadella, Núria Espert y Josep Maria Benet i Jornet.

 

Salvat introdujo paulatinamente los métodos escénicos planteados por Bertolt Brecht y Piscator, hasta ese momento creadores desconocidos. Representaría textos de Maria Aurèlia Capmany, Joan Brossa, Federico García Lorca y, sobre todo, Salvador Espriu. En 1971 pasó a dirigir el Teatre Nacional de Barcelona, puesto en el que estuvo dos temporadas. De 1977 a 1986 tomó el mando del Festival de Teatro de Sitges. Tras sufrir diferentes avatares en su relación con las instituciones políticas, en las décadas de los 80 y 90 intensificó su relación con el teatro que se hacía en Europa y Latinoamérica, ganando prestigio a nivel internacional.

 

Siguió trabajando desde su cátedra de Historia de Artes Escénicas de la Universidad de Barcelona y como responsable de la Associació de Investigació y Experimentació Teatral (AIET) desarrolló la publicación de ensayos sobre teatro contemporáneo. Fundó la revista ‘Assaig de Teatre’ e impulsó en Tortosa la creación de ‘Entre Culturas’, un festival de mestizaje.

 

Autor de textos como ‘El mort d’home’ y ‘Nord enllà’ y de ensayos como ‘El teatro de los años 70’ y ‘El teatre contemporani’, uno de sus últimos trabajos fue una nueva puesta en escena de ‘Un día. Mirall trencat’, un espectáculo construido sobre la unión de una obra teatral y una novela. Salvat la estrenó el pasado mes de septiembre en el Teatro Borràs de Barcelona

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