Las puertas del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) se han abierto a Lluís Pasqual. Sergi Belbel, director de la institución, solicitó al artista de Reus que eligiera un texto para poner en escena dentro de la programación de la temporada 2008/09. Pasqual miró a Federico García Lorca y eligió ‘La casa de Bernarda Alba’, pieza que resiste con entereza las sucesivas reinterpretaciones y revisiones a las que sigue siendo sometida. A la vez, se rodeó de un equipo artístico de garantías, con Núria Espert y Rosa María Sardà a la cabeza, dos actrices que por primera vez coinciden en un escenario teatral.
Tras meses de ensayos y preparativos, la obra se estrenó el pasado 29 de abril en la Sala Pequeña del TNC, donde permanecerá hasta el 28 de junio. Posteriormente y tras el periodo estival se trasladará al Teatro Español de Madrid, coproductor del espectáculo, y saldrá de gira durante la temporada 2009/10.
Pasqual ha elegido la obra que considera “más universal” de todas las escritas por Federico García Lorca. El artista granadino escribió ‘La casa de Bernarda Alba’ en 1936, poco antes de ser asesinado, cuando la Guerra Civil daba los primeros pasos. El dramaturgo la subtituló con el explícito y definitorio ‘Drama de mujeres en los pueblos de España’.
La obra narra la historia de Bernarda Alba, una mujer que tras enviudar se condena a sí misma y a sus cinco hijas a un luto de ocho años. La actitud rígida y machista de la madre chocará con los impulsos vitales de sus hijas, un pulso soterrado de silencios y actitudes reprimidas que culminará en un trágico e inesperado desenlace.
Respeto al original
La versión del director de escena catalán respeta escrupulosamente el espíritu del texto sellado por García Lorca. En todo lo alto queda el duelo mantenido por Bernarda Alba, interpretada por Núria Espert, y Rosa María Sardà, que encarna a La Poncia, la criada que trabaja en la casa familiar. Drama y tragedia confluyen dentro de un núcleo familiar herido por el fanatismo y el machismo representativo de una sociedad que se resistía a los avances.
El peso del montaje, que acaricia las dos horas de duración y mueve a más de una treintena de intérpretes, recae sobre las dos carismáticas actrices. Las rodean en el papel de hijas las actrices Rosa Vila (Angustias), Marta Marco (Magdalena), Nora Navas (Amelia), Rebeca Valls (Martirio) y Almudena Lomba (Adela).
El equipo artístico lo completan Paco Azorín (escenografía), Isidre Prunés (vestuario), María Doménech (iluminación), Roc Mateu (diseño de sonido) y Josep M. Arrizabalaga (música).