Convocado por la Fundación Romea
El jurado del V Premio Miquel Lumbierres de Textos Teatrales fue declarado anoche desierto después de comprobar, una vez abierta la plica, que la obra votada unánimemente ganadora por el jurado incumplía las bases de la convocatoria, ya que las obras presentadas no pueden haber sido premiadas con anterioridad. Después de nuevas deliberaciones, también se declaró desierta la beca Theaterforum de Berlín, convocada en colaboración con el Goethe Institut.
A esta edición del premio se han presentado un total de 59 textos teatrales. El jurado ha estado presidido por el presidente de la Fundación Romea para las Artes Escénicas, Daniel Martínez de Obregón, que ha estado acompañado en esta ocasión Mercè Anglès, Lloll Bertran, Calixto Bieito, Tania Brenlle, Jordi Bordes, Carles Canut, Lídia Giménez, Jordi González, Guillem Iglesias, Enric Llort, Manel Magriñà, Josep Minguell y Elisenda Roca.
La Fundació Romea para las Artes Escénicas convoca bianualmente este premio de textos teatrales con el propósito de impulsar la autoría contemporánea en lengua catalana con la producción por el Grupo Focus del texto ganador del certamen. A partir de la edición actual, el premio ha cambiado su nombre en memoria de quien fuera el primer director de la Fundació Romea y uno de los gestores culturales más respetados del país, Miquel Lumbierres. Otra novedad de esta edición es que la obra ganadora se podrá representar en cualquiera de los teatros que gestiona el Grupo Focus, de acuerdo a las características de la misma, en vez de hacerlo específicamente en el Teatre Romea. El galardonado recibe, según las bases del premio, un anticipo de 12.000€ en concepto de los derechos de autor que genere la explotación de la obra, en una cantidad máxima establecida de un 10% de la recaudación de taquilla neta de impuestos.
Además, ha quedado inaugurada en el vestíbulo del teatro la exposición Les cares del Romea, obra de los fotógrafos Marta Fàbregas i Marc Vidal que han retratado a diferentes actrices y actores. Se trata de una recopilación de retratos de actores y actrices que han colaborado con el Teatre Romea durante los últimos diez años. Personas que trabajan y muestran su trabajo públicamente sobre un escenario. Esta exposición alberga un doble valor: individual y colectivo. Individual, ya que cada retrato tiene valor por sí mismo, como obra autónoma. Pero también el conjunto del proyecto tiene un gran valor documental, puesto que es el reflejo de un grupo de personas que trabajan en un entorno determinado y en un tiempo concreto: en el ámbito del teatro.