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La originalidad de Circus Klezmer llega al Palacio de la Audiencia de Segovia

07 abril 2010

El montaje estará también el 10 de abril en el Centro Cultural Egia de Donosti

La originalidad de Circus Klezmer llega al Palacio de la Audiencia de Segovia

El escenario del Teatro Palacio de la Audiencia de Soria acoge el 8 de abril el montaje Circus Klezmer, una original combinación de música y circo ideada por Adrián Schvarzstein que se inspiró en las pinturas de Marc Chagall y escuchando música judía de Europa del este.

 

El resultado es un espectáculo muy rico y lleno de pasión, como lo era el circo en sus orígenes, lleno de los más puros instintos humanos, fácilmente identificables para el público, como el amor, el odio, la alegría, la risa o la melancolía.

 

El circo ha sido, durante mucho tiempo, un espectáculo de divertimento popular. Pero durante los años setenta en Europa surgió una nueva tendencia que iba más allá de los espectáculos con leones y entoldados rojos. El circo contemporáneo, o nuevo circo, es una modalidad de espectáculo en la que los números circenses (acrobacias, malabares, etc.) acompañan a una historia y a unos personajes bien definidos e incorpora, a veces, otras artes escénicas: en este caso, la música klezmer.

 

La música klezmer ha sido desde sus orígenes una música para celebraciones, como en el caso de este espectáculo, en el que acompaña a una gran boda. Es un tipo de música con muchos matices y que en el caso de Circus Klezmer acompaña los momentos poéticos y alegres de unos personajes con una gran historia que explicar. Y, como se decía entonces, una boda sin música klezmer es como un funeral sin lágrimas.

 

En este caso, las pinturas de Marc Chagall contienen máscaras y colores de una fuerte intensidad que tienen la capacidad de transportarnos hacia unas realidades deformadas, un cielo en el cual las nubes forman figuras o la imagen de un violinista sobre el tejado. Por otro lado, la música klezmer nació en pequeños pueblos de Europa del este donde se desarrollaba una intensa vida judía, antes de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una música para bodas y celebraciones, de una gran profundidad y formas exuberantes, una música alegre pero a la vez melancólica. En definitiva, una música muy circense y de carácter romántico y onírico que se desarrolla dentro de un ambiente muy popular.

 

Además, el humor característico de la cultura yiddish es el que ha inspirado en gran parte el espectáculo. La escenografía, basada en la utilización teatral de objetos cotidianos (sillas, botellas, mesas, platos), contribuye a llevarnos al ambiente sencillo de un pueblo remoto.

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