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Escena Oberta de Valencia inicia su edición con el estreno de ‘Taxis’, una producción propia

15 febrero 2011

El festival internacional celebra, del 16 al 27 de febrero, su novena edición con diecisiete propuestas de arte en vivo vinculadas al objeto teatral

Durante doce días, del 16 al 27 de febrero, el Festival VEO, organizado por el Ayuntamiento de Valencia a través de la Fundación VEO, acerca al público distintas formas teatrales de relacionarse con los objetos en la escena. Objetos que cobran vida con la manipulación de los actores para transformarse, bien en personajes enigmáticos, instrumentos musicales insólitos, transmisores de realidades sociales, constructores de universos oníricos o espacios de reflexión. El Festival VEO está repleto de objetos animados procedentes de diversas ciudades de España, Dinamarca, Suiza, Francia, Bélgica, Holanda y Hungría, y su programación  combina propuestas muy íntimas, delicadas y poéticas, con espectáculos de gran formato y estructuras escenográficas complejas.

Bajo el prisma del objeto y como escaparate de la últimas tendencias escénicas, VEO abre su novena edición con el estreno de su producción propia, Taxis, un espectáculo móvil concebido por los valencianos Rebeca Crespo, Jacobo Julio y Néstor Mir, que se desarrolla en el interior de una flota de automóviles que recorren la ciudad, y con el montaje That´s the story of muy life, en el que la sevillana Macarena Recuerda recurre a diversos utensilios, como por ejemplo un zoótropo, para confeccionar en directo una película de animación que nos desvela los secretos de su vida.

Las posibilidades expresivas de los objetos se hacen visibles también en el montaje de la compañía francesa Le LaRio, La Prophétie des Mécas, teatro de pequeña maquinaria escénica en el que los objetos más variados se convierten en los protagonistas y personajes de una historia de amor. Los vasos de plástico articulan, en el caso de Bambalina Teatre Practicable, la pieza Cosmos, un universo en constante transformación que poetiza con la producción industrial del plástico. Y unos zapatos rojos y un chelo sirven de hilo conductor para narrar la aventura circense de Le sort du dedans, de la compañía gala Baró d´evel CiRK,  Premio Nacional de Circo de Cataluña 2010. Propuesta intimista es también la de la danesa Mette Ingvarsten y sus Evaporated Landscapes, paisajes fecundados por materiales efímeros y objetos manipulados que se instalan en las retinas del espectador para desaparecer después fugazmente.

La fusión de los objetos y su capacidad de transformación en otros que abandonan la dimensión utilitaria para la que fueron creados, es lo que logra la compañía catalana CaboSanRoque con Torn de Nit, una fiesta de sonidos mecánicos que nace del diálogo de un compendio de instrumentos musicales elaborados con la maquinaria de una antigua fábrica de galletas. En este contexto de arte experimental se sitúan también las per-VERSIONES musicales de Fátima Miranda, que funde su voz en este concierto con los objetos poéticos que ha capturado la cámara del Premio Nacional de Fotografía Chema Madoz. 

El universo objetual se despliega también en la escena del VEO para cuestionar las nuevas realidades sociales y reflexionar sobre la actualidad y la sociedad de consumo. La coreógrafa húngara Edit Kaldor invita a los espectadores a encontrar puntos en común con la colectividad china a través de la diferencia en C´est du chinois, obra interpretada íntegramente en mandarín que se vale de objetos cotidianos para comunicarse con el público y romper la barrera idiomática. Un contenedor portuario como espacio de representación y cien muñecos de trapo se ponen al servicio de la compañía francesa KTHA para ahondar en el bombardeo publicitario y el consumismo actual en ¿Sabe el mundo que me habla? Y el grupo holandés Tuig crea una dramaturgia de objetos en un gran escenario-máquina para dar vida a Schraapzuch, en la que los objetos actúan y son poseídos por el deseo incontenible de la avaricia.

Dentro del singular terreno del objeto en la escena, las manifestaciones más rupturistas de la danza contemporánea se dan también cita en el Festival. La bailarina y coreógrafa María Muñoz vincula la corporalidad de la danza con diversos objetos para nombrar las diversas identidades que residen en el individuo en Tots els noms, coproducida por el Agora de la Danse de Montreal -el centro cultural más importante de Canadá volcado en la creación y difusión de la danza contemporánea-, el Institut Grec Festival de Barcelona, Festival Temporada Alta de Girona y VEO. Por su parte, la compañía gala MPTA recurre a objetos de apoyo para salvar las limitaciones físicas de uno de sus bailarines y acróbatas en Ali, todo un alarde de superación personal.

El intérprete como objeto se hace visible en Bleu Remix con la danza inmóvil del suizo Yann Marussich, galardonado por esta performance con Premio Ars Electrónica de Austria al mejor espectáculo de Arte híbrido. Y la construcción en directo de una estructura-objeto en forma de columpio es la base del montaje Ciel, que el catalán Jordi Galí despliega bajo el cielo de Valencia.

En el contexto audiovisual que propone este año VEO, el objeto se moldea e integra de forma muy distinta en las dos proyecciones programadas. En la película The Movie, María Jerez emplea la técnica stop-motion de animación de objetos para narrar una divertida historia de intriga en la que objetos más cotidianos -un secador de pelo, una grapadora o un bolígrafo- adquieren nuevos significados. Por su parte, el bailarín y coreógrafo valenciano Vicent Gisbert utiliza determinados objetos como accesorios estéticos y espaciales de su videodanza Serie 01.

 

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