La Feria de Teatro de Palma del Río (Córdoba) celebra este año, del 2 al 5 de julio, su XXX edición. Treinta años pueden parecer pocos para ciertas historias; representan poco más que una generación (que se mide convencionalmente de 25 en 25 años). Pero 30 años son muchos cuando se trata de una feria de teatro: tres décadas de historia nos hablan de un certamen consolidado y también –a la vista del actual contexto– de “supervivencia”. “Es mucho tiempo para un evento relacionado con la cultura y, especialmente, mucho tiempo para un certamen de teatro”, afirma el director del encuentro, Ramón López. La feria será este año, además, el escenario en el que se entreguen por primera vez los Premios del Teatro Andaluz, una iniciativa de la nueva Asociación de las Artes Escénicas de Andalucía en colaboración con la SGAE.
De un tiempo a esta parte, toda conversación en torno a un proyecto, evento, organización... atraviesa en los primeros momentos el desierto de la “precariedad de la situación”, “las dificultades que estamos viviendo” o “el sobreesfuerzo que exige llevar adelante cualquier iniciativa”. No lo es menos en este caso, pero, una vez se ha cruzado ese umbral, nos encontramos con el entusiasmo y la fuerza de las personas que consiguen mantenerse en acción. Ramón López es director de la Feria de Teatro de Palma del Río desde sus inicios, así que lleva nada menos que tres décadas al frente del certamen que comenzó “siendo una muestra de teatro andaluz” para evolucionar hasta convertirse en una “feria de intercambio y al mismo tiempo un evento con programación abierta al público”
Ese modelo de “convivencia” entre profesionales y público es una faceta muy importante en este certamen...
Lo es porque la implicación del público es fundamental. La feria ha crecido con Palma del Río y Palma del Río ha crecido con la feria. El público ha desarrollado tal nivel de implicación que precisamente este año se ha formado la Asociación de Amigos de la Feria de Palma. Resulta emocionante que la gente dé ese respaldo a un encuentro que ya entiende como suyo. Las artes escénicas son ya una parte de la esencia de Palma del Río; por eso tenemos previsto montar aquí el Museo del Teatro Andaluz.
¿Cuáles son los principales objetivos de la feria?
El objetivo es “mover” la producción andaluza y proyectarla tanto en el resto de España como a nivel internacional. Sobre todo, esa proyección se dirige al resto del país. En estos años, puedo decir que hemos cumplido ese objetivo de difusión de la creación andaluza y confiamos en seguir haciéndolo. Hay que recordar que los montajes que tienen éxito aquí conseguirán estar en las programaciones del resto de España en mayor o menor medida. Bueno, de hecho, en ocasiones también hay un sentimiento de riesgo entre las compañías que acuden a Palma del Río porque saben que, si triunfan aquí, están en un escaparate que puede suponer una proyección definitiva.
Este año, contamos con nada menos que 9 estrenos, que es una cifra muy positiva. Es cierto que en 2013 hemos reducido el número de días en que se celebra la Feria... Bueno, ha sido la solución más viable que hemos encontrado para mantener el certamen.
Una de las principales novedades es la entrega, el 3 de julio, de los Premios del Teatro Andaluz*, otra forma más de difusión de la creación andaluza, ¿no es así?
Antes se entregaban unos premios, digamos, “propios”, esto es, se premiaba cada año a las compañías y creaciones que habían acudido a la feria. Estos premios son un nuevo formato, ya que se otorgan a cualquier producción andaluza sin que, necesariamente, haya tenido que participar en la Feria de Palma del Río. Bien, como se sabe, cualquier iniciativa para dar difusión es un valor añadido que se ofrece a las artes escénicas de Andalucía.
¿A qué factores situaría el hecho de que Palma del Río se haya consagrado como el escaparte por excelencia de la producción andaluza?
El lugar en que se celebra ha sido y es decisivo. Organizar una feria de estas características en un sitio como Palma del Río, con en torno a 20.000 habitantes, configura un modelo de certamen muy concreto, con muchas ventajas. Esta fórmula consigue que, durante los días en que se celebra la feria, Palma del Río se convierte en un microcosmos de las artes escénicas, de la convivencia y el intercambio. No hay que fijar espacios de encuentro concretos (aunque por supuesto también se organizan) porque estar aquí esos días supone que creadores, programadores, artistas, etc. se van a encontrar sí o sí; se van a encontrar en una representación, en la calle, en el bar donde se toman el aperitivo... Esto, a mi modo de ver, es lo que hace único un certamen como éste y contribuye a que funcione incluso mejor, diría, que si se celebrase en una ciudad grande.
*Los Premios del Teatro Andaluz-SGAE tienen en principio 15 categorías, entre las que se incluyen los mejores espectáculos de teatro, de danza y a la mejor propuesta concebida para público infantil, así como a la mejor coreografía, dirección, escenografía, diseño de vestuario y diseño de iluminación. Se premia a los intérpretes protagonistas, de reparto y de danza. Además, se entrega un Premio de Honor que corone una trayectoria sobresaliente en la escena andaluza.