Francisco Nieva murió el jueves a los 91 años de edad en Madrid. Su capilla ardiente se ha instalado en el Teatro María Guerrero. Nieva es uno de los dramaturgos más prolíficos y premiados de las últimas décadas.
11 de noviembre de 2016Francisco Nieva había recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Teatro (1979) por su trabajo en “Los baños de Argel”, de Miguel Cervantes; el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1992), el Premio Nacional de Literatura Dramática, en 1992, Premio Valle-Inclán, Max honorífico...
El dramaturgo era autor de una treintena de piezas teatrales, además de novelas y ensayos. Entre su narrativa se cuenta “El viaje a Pantaélica” (1994), “Granada de las mil noches” (1994), “La llama vestida de negro” (1995), “Oceánida” (1996) y “Carne de murciélago” (1998).
Entre sus obras teatrales: “La Señora Tártara”, “Tórtolas, crepúsculo... y telón”, “Salvator Rosa”, “Coronada y el toro” o “Te quiero, zorra”; comenzó su carrera en los años sesenta como escenógrafo de otros grandes como Adolfo Marsillach.
Ocupó el sillón “J” de la Real Academia Española y dirigió la escena en un buen número de óperas, ballets y zarzuelas, entre las que pueden recordarse “Andrea Chénier”, “Tosca", “Curro Vargas”, “La Forza del destino”, “I due Foscari”, “La vida breve”, “Pepita Jiménez” o “Don Giovanni”.
El espacio escénico de referencia en Villena obtiene la Llàntia (lámpara) de Honor coincidiendo con su centenario.
Contempla 146 medidas con las que llevar a la cultura al medio rural, al sistema educativo o a las cárceles y acabar con la desigualdad de renta, género o localización al acceder a la cultura.
La gala de entrega se celebró ayer en el Teatro Gayarre de Pamplona, espacio asociado a La Red.