Frotalámparas es la combinación de un barcelonés explosivo en ideas y de una sevillana con las ideas muy claras para desarrollar. Así son Oscar Salamanca y Marta González, un tándem equilibrado en incansable trabajo y en pasión por la cultura.
Hace una década que se conocen y trabajan juntos en diversas compañíasespañolas y extranjeras, pero no es hasta 2011 cuando deciden fundar Frotalámparas,con la que prometen sacar “el genio” que llevan dentro.
Su inquietud artística se centra de inmediato en la sociedad que les rodea, en las preocupaciones humanas, y en la forma en la que el teatro puede influir, no sólo como entretenimiento y ocio, sino también como una herramienta de reflexión y de posibilidad de cambio social. De esta forma afrontan guiones propios, a veces en clave dramática (Adelante, 2011) y otras de comedia (Perfil, 2014. El Consultorium, 2015).
En 2012, les ofrecen la oportunidad de convertirse en una de las pocas compañías españolas que recorre Italia durante tres meses cada temporada,
exportando espectáculos universales de la literatura española, y en versión original, con la premisa de renovar los clásicos y ofrecer una visión contemporánea en consonancia con sus valores: Libertad, Respeto y Educación por encima de todo. Desde entonces recorren cada año más de 70 ciudades ante 125.000 personas. Hasta el momento los títulos representados han sido La Zapatera Prodigiosa de Lorca (2012-13),
Don Quijote de la Mancha de Cervantes (2013-14), El Perro del Hortelano de Lope de Vega (2014-15), Don Juan Tenorio de Zorrilla (2015-16) y Bodas de Sangre de Federico García Lorca (2017-18).
En 2016, trasladan su sede, hasta el momento en Barcelona, a la capital andaluza, comenzando una nueva andadura, en la que deciden, por una parte, seguir elaborando dramaturgias propias (Juan Ramón y Yo, sobre la vida matrimonial de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí) y al mismo tiempo produciendo espectáculos de otros dramaturgos españoles para renovar la escena andaluza y mantener los lazos de unión con Barcelona, como es el caso de Vamos a por CR7, del joven dramaturgo Albert Boronat.
Para Frotalámparas, el Teatro no entiende de fronteras, ni de políticas ni de barreras prejuiciosas. El Teatro, simplemente, constituye una forma de libre expresión social para la experiencia humana, donde cada persona encuentra la llave de su propia lámpara mágica.
