«… si te descubren los iguales,
huye a mí,
ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto».
– Juan Ramón Jiménez –
Un banco en un lugar descampado e indefinido, es el hábitat de dos personajes distintos. También distintos entre sí, en sus energías y emociones; también iguales, en ese designio vital que los une, despojados. Con una clara inspiración beckettiana, transitarán estados y situaciones, permaneciendo y compartiendo ese espacio inevitable. A pesar de sus carencias, nos impacta la riqueza de su espíritu, el clamor por la vida, la capacidad de generar belleza, el humor incondicional.
Están arropados por un tercer personaje que, a través de su música, los acompañará. Discurriendo como un río, dando aliento, flauta/flautista completan el paisaje.