Cuando le permito al cuerpo aquello que digo” se adentra en la boca como territorio originario desde el que aparecer, umbral entre el rugido interno y la interferencia externa. Una pieza íntima y ancestral donde dialogan la bailarina Alejandra Balboa y el violinista barroco Pavel Amilcar.
La obra abre una suspensión temporal, un espacio donde cuerpo, sonido y arquitectura convergen, desdibujando fronteras entre el tiempo de la vida y el tiempo del mundo.