Escucha tú el cantar de aquesta Pastora:
“¿Por qué quieres ser pastora?”, me dicen.
“¿Por qué ovejas?”, me repiten.?
“¿Podrías levantarme?, peso lo mismo que un saco de pienso”, me dijo un pastor.
Esta pieza, que convierte el paseo hacia el espacio escénico, me gusta pensarla como una trashumancia que cuestiona, por un lado el abandono de lo rural y por otro el camino de la pastora-bailarina que nunca se para. Siempre tiene que seguir hacia nuevos prados. El reclamo de la Pastora a su rebaño, el público, llevado junto hacia el dispositivo escénico quiere romper desde el primer momento con los códigos de la escena. Una vez captada su atención, les dejaré pastando, mientras les canto, como hacían Salicio y Nemoroso en las églogas de Garcilaso de la Vega.