El espectáculo cómico de payasos Slava's Snow Show, protagonizado por el artista ruso Slava Polunin, prepara una completa gira por diferentes escenarios del territorio español, como el Teatro Principal de Zaragoza (del 4 al 7 de marzo), el Teatro Coliseum de Barcelona (del 10 al 31 de marzo), el Auditorio de Tenerife (del 7 al 11 de abril), el Teatro Lope de Vega de Sevilla (del 14 al 18 de abril) o el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña (del 21 al 25 de abril).Slava Polunin es un payaso de gran prestigio internacional, colaborador habitual del Cirque du Soleil, que trata de unir en sus creaciones calidad, magia y una gran dosis de originalidad. Slava's Snow Show es un viaje al mundo onírico, un mundo de sueños habitados por entrañables e impredecibles payasos en el que la nieve tiene una presencia fundamental. Y es que, Polunin utiliza la nieve para expresar las emociones, ideas y conceptos que componen su particular imaginario.
Slava's Snow Show viene avalado por el aplauso de más de tres millones de espectadores, en 30 países y 120 ciudades. Incluso, el espectáculo hizo temporada en Broadway durante dos años. Además, Slava's Snow Show ha cosechado numerosos reconocimientos y galardones internacionales a lo largo de los 15 años que lleva girando por el mundo. Entre los galardones conseguidos, se puede destacar el Premio Manchester Evening News Theatre, el Premio Drama Desk 05, el Premio Stanislavski, el premio de la Crítica de Edimburgo o el Premio Internacional del Clown, entre otros.
El público, que en un principio contempla atónito la belleza y extrañeza de lo que sucede ante sus ojos, vive en primera persona durante el espectáculo experiencias como ser envuelto literalmente en una tela de araña gigante o padecer una estremecedoratormenta de nieve procedente del escenario y termina sintiéndose parte activa de este mundo surrealista en el que todo es posible. No en vano, otras de las principales características principales de este montaje es que no hay dos funciones iguales.
Existen diversos factores que influyen notablemente para esto sea así, entre los que destaca la interacción con los espectadores que acuden a las distintas representaciones. Destaca también la escenografía del espectáculo, casi minimalista, pero de gran belleza. En ocasiones resulta increíble la sencillez con la que se plantean las escenas que lo componen. Y es que a través de elementos tan simples como una escoba, una cama, una cuerda, globos, maletas o un perchero y una gabardina, se recrean historias realmente conmovedoras y sorprendentes. Incluso los momentos y efectos más espectaculares de la obra, se generan a partir de mecanismos bastante sencillos en principio, pero con los que el genial artista ruso consigue los resultados esperados en la audiencia.
Aunque es un espectáculo apto para toda la familia, el propio autor suele apuntar que es a partir de los 8 años aproximadamente, cuando los niños comienzan a apreciar en mayor medida todos los matices de los que disfruta este show, que en su hora y media aproximada de duración logra hacer vivir al público emociones y experiencias muy diferentes: desde una profunda nostalgia a una alegría desmesurada, pasando por momentos de gran incertidumbre y tensión.
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